Al hablar de salud bucodental , lo primero que generalmente
nos viene a la cabeza son los dientes, las encías y la lengua. Pocas veces
pensamos que la saliva tiene una función importante en salud oral en general.
¿Cuál es la función de la saliva?
La función principal de la saliva es la protección de
los tejidos y las mucosas de la boca e impide que esta se seque o agriete. La
saliva mantiene los dientes y la lengua lubricada. También es un componente
importante en el proceso de la digestión, nos facilita poder masticar y tragar los
alimentos y bebidas. Mantiene el equilibrio del pH de la boca para que la
acidez se mantenga baja. Demasiado ácido en la boca pueden causar problemas en
los dientes. Por ejemplo, la erosión de ácido puede dañar el esmalte de los
dientes y causar caries.
Los seres humanos, producen alrededor de medio litro o
más de saliva por día. La mayor parte de nuestra saliva proviene de seis glándulas salivares: dos parótidas, dos
submaxilares y dos sublinguales, situadas debajo de la lengua. La saliva es
agua 98%, y el dos por ciento restante se compone de ingredientes tales como
proteínas, antioxidantes y electrolitos.
¿Qué ocurre cuando la producción
de saliva es baja?
La
saliva es una herramienta natural de nuestro cuerpo contra las bacterias que
causan la caries dental. Sin embargo, a medida que envejecemos, nuestras
glándulas salivales tienden a ser menos eficiente, dejando la boca susceptible
a las bacterias que la dañan. Junto con la edad, hay enfermedades y
medicamentos que pueden causar disminución de la producción de saliva, dejando
la boca seca, agrietada y con dificultades para masticar, tragar e incluso hablar. A esto se le conoce como Xerostomía o el síndrome de la boca seca. Si usted está experimentando estos síntomas debe visitar a su dentista.