A lo largo de toda la historia, el dolor y la enfermedad han acompañado la vida de hombres y mujeres. Nos resulta ahora difícil de imaginar que morder un trozo de cuero fuera la mejor manera de aliviar el dolor durante una amputación. Desde la prehistoria han existido numerosas iniciativas para tratar de paliar el sufrimiento.
- Los asirios utilizaban el método de comprimir la carótida, provocando así un estado comatoso que era aprovechado para realizar las cirugías.
- En Persia e India se usaban los narcóticos vegetales, como la adormidera, la mandrágora y el canabis.
- Hipócrates usaba la "esponja soporífera", impregnada con una preparación de opio y mandrágora.
- Ya en el renacimiento, el mallorquín Ramón Llull mezclaba ácido sulfúrico con alcohol caliente (éter sulfúrico), descubriendo que producía un profundo sueño.
- En el siglo XVII, se avanzó en el desarrollo de las técnicas de inyección intravenosa, al intentar inyectar opio mediante el cañón de una pluma de ave.
- En 1772 el científico inglés J. Priestley descubrió el ácido nitroso, gas que creyó letal. Pero en 1799, H. Davy decidió probarlo consigo mismo y descubrió con asombro que le hacía reír, así que lo denominó "gas hilarante."
- El nacimiento de la anestesia moderna se debe a un dentista, el doctor Horace Wells. En diciembre de 1844 observando los efectos del ácido nitroso (gas hilarante) que un feriante administraba a voluntarios del público que asistían a su espectáculo (les ponía en un estado de euforia que les hacía perder sus inhibiciones). Pero fue al observar que uno de estos voluntarios se produjo una herida sin que manifestara dolor, cuando decidió comprobarlo en si mismo.
- Al día siguiente su ayudante le extrajo una pieza dental, bajo los efectos del ácido nitroso, sin que llegara a sentir dolor. Al despertar Wells exclamó: "Ha nacido una nueva era para la extracción de órganos dentales." Pero el descubrimiento fue tildado de un rotundo fracaso al fallar su primera demostración en público sobre un paciente a quien le extrajo un diente sin conseguir aliviar el dolor.
- En 1846, fue el ayudante de Wells, W. Morton quien se dedicó a administrar anestesia ocultando el gas que usaba para mantener la exclusividad, pero al final se vio forzado a revelar que se trataba de éter. Desde este momento el uso del éter se extendió rápidamente.
- En 1853, J. Snow administró cloroformo a la Reina Victoria de Inglaterra al dar luz a su hijo Leopoldo.
Actualmente el éter y el cloroformo han dejado de usarse en los quirófanos. Sin embargo, el ácido nitroso continua utilizándose solo o mezclado con otros gases anestésicos. Estos gases, junto con las modernas técnicas quirurgícas, la asepsia, los antibióticos, la monitorización de los pacientes y la alta tecnología han permitido que la anestesia sea hoy en día una técnica muy segura.
Fuentes consultadas:
Cronohistoriografía de la anestesiología,
Dr Federico Higgins Guerra (www.anestesia.com.mx)
No hay comentarios:
Publicar un comentario