¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD PERIODONTAL?

El sangrado que se produce al usar el hilo dental, cepillo, o comer es generalmente causado por una infección bacteriana, y representa uno de los primeros síntomas de la enfermedad periodontal. Los investigadores están encontrando vínculos entre la infección periodontal y otras enfermedades del cuerpo humano, como  enfermedades cardíacas, diabetes, enfermedades respiratorias, osteoporosis y el embarazo parecen estar conectados a su salud oral. La teoría actual es que las bacterias presentes en las encías infectadas viajan a través del torrente sanguíneo, y se unen al corazón u otras partes del cuerpo.

 

¿Qué debe hacer?

¡Mantener la boca sana! Visita a tu dentista al menos dos veces al año para el mantenimiento periódico y revisión. La enfermedad periodontal  a menudo se muestra sin dolor hasta que llega a estadios más avanzados, sin embargo tu dentista puede descubrir este problema, incluso en sus etapas iniciales.  Como la mayoría de las enfermedades del cuerpo la detección temprana es esencial.  Además, recuerda utilizar el cepillo y el hilo dental.  La enfermedad de las encías es una infección grave que siempre debe tomarse en serio.

¿Cómo puedo saber si padezco la enfermedad periodontal?

•   ¿Tus encías sangran al cepillarte, usar hilo dental, o comer? 
•   ¿Sientes tus dientes como si estuvieran en movimiento?
•   ¿Tus encías están en retroceso?
•   ¿Tus dientes se ven más largos?
•   ¿Tiene mal aliento persistente?
•      ¿Tienes dificultades para masticar?
•   ¿Notas sensibilidad en las encías al ingerir alimentos fríos o calientes?
•      ¿Tus  encías están hinchadas y  duelen?

Factores que influyen en esta enfermedad:

 

Fumar, consumo excesivo de alcohol, la dieta, y la mala higiene oral puede contribuir a la aparición y progresión de la enfermedad, pero la genética parece jugar un papel significativo.  Si hay antecedentes de enfermedad de las encías o pérdida prematura de dientes en tus padres o hermanos, la posibilidad de tener esta enfermedad es muy alta.

Tratamientos.

Una buena higiene oral, utilizando diariamente el hilo dental y enjuagues bucales combinado con otros tratamientos que te recomendará tu dentista como limpiezas bucales profundas, antibióticos y en casos más avanzados cirugía periodontal.