Sabemos que nuestra genética es en gran parte la causante de
cómo somos en nuestro físico y también en nuestro manera de ser. El ADN, sin
duda dicta muchas de nuestras prospecciones físicas y mentales. Pero, ¿Qué pasa
con los dientes? Por supuesto que la forma, el color de nuestros dientes, la anatomía
de nuestra mandíbula puede ser igual al de nuestros padres o abuelos.
¿Cómo influye la herencia genética en nuestra salud dental?
Se sabe que la buena higiene bucal está íntimamente ligada
con los hábitos transmitidos de padres a
hijos. Pero hay otros factores relacionados a la familia que pesan sobre la
salud dental.
- Calidad de la saliva: La saliva actúa como una especie de grifo natural dentro de nuestra boca, lavando los dientes y dejándoles libres de restos de alimentos y bacterias que pueden mezclarse entre si para formar la placa. Las bacterias siempre existen en la boca, pero una saliva de alta calidad impide que estas se adhieran formando el sarro que daña el esmalte de los dientes y las encías.
- Enfermedades de las encías: La genética también juega un papel importante en la enfermedad periodontal. (enfermedad de las encías). Un gran número de personas sufren estas enfermedades a pesar de llevar una buena higiene dental y visitar regularmente al dentista. Los investigadores han descubierto que la historia familiar tiene mucho que ver en la aparición de este tipo de enfermedades orales.
En
conclusión, la familia o el estado de salud bucal de los padres está relacionado con
el estado de la salud oral de los hijos, incluso en la vida adulta.
Este resultado se estima que puede deberse a la genética, factores
ambientales (como la dieta o el acceso a los servicios
odontológicos) o una combinación de los dos.
Al
igual que en la mayoría de problemas de salud, naturaleza y educación deben
unirse para obtener óptimos resultados.
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