La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea la sangre a través del cuerpo. Hipertensión es un termino empleado para describir la presión arterial alta.
- Se considera que una presión arterial normal debe ser menor que 120/80 mmHg.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es superior a 140/90 mmHg.
A medida que se va envejeciendo, los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos. Cuando esto sucede, la presión arterial se eleva y aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, una insuficiencia cardiaca y otras patologías igualmente graves.
En España se estima que un 20% de la población mayor de 20 años sufre hipertensión. Pero solo un un 50% de los hipertensos saben que lo son, de los que solo un 50% recibe tratamiento y de ellos solo la mitad están controlados. Por tanto se puede esperar que 18 de cada 100 personas que acuden al dentista sufran de hipertensión sin controlar.
Hipertensión y tratamientos dentales.
Los tratamientos dentales provocan cierta ansiedad, inclusos en las personas más tranquilas. Para una persona hipertensa, esto significaría una elevación de sus niveles habituales, por lo que tu dentista te podría recomendar una mendición de la presión arterial previa al tratamiento.
¿Cómo tratamos al paciente hipertenso en la Clínica Dental?
- El personal de la clínica tratara de tranquilizarte para controlar la ansiedad y dar la mayor confianza posible.
- Te podrán recomendar la toma de la presión arterial antes y durante el tratamiento.
- Se evitarán las citas demasiado prolongadas.
- Se controlará el dolor mediante el empleo de analgésicos y anestesia local.
- En casos más difíciles se puede recurrir al óxido nitroso como como anestésico.
En conclusión:
Por el bien de tu salud controla tu presión arterial y cuando visites al dentista, debes informarle si tienes problemas de hipertensión. Es un dato importante para cualquier tratamiento odontológico.
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