lunes, 28 de octubre de 2013

¿Qué son las aftas y cómo tratarlas?

   

Úlceras bucales

Las úlceras o aftas son heridas benignas de la boca de color blanco o amarillo en el centro y un área de color rojo vivo alrededor, son molestas y muy dolorosas. Son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y se pueden presentar a cualquier edad. Estas lesiones curan espontáneamente en 10-14 días, sin dejar cicatriz.
·     Algunos de los lugares donde pueden ocurrir las úlceras bucales son:
  • Las encías.
  • Los labios.
  • Los bordes de la lengua.
  • El fondo de la boca.
  • La parte interna de las mejillas. 

Causas. 

Las causas de las aftas orales no está completamente claras, pero pueden estar relacionadas con:
  • Un diente roto o astillado o prótesis dentales mal ajustadas.
  • Un corte causado al morderse la mejilla o la lengua.
  • Quemarse la boca con alimentos o bebidas calientes.
  • Usar brackets.
  • Infecciones bacterianas, virales o de hongos.
  • Una dentadura que no ajusta bien.
  • Cambios hormonales.
  • Estrés.
  • Una debilidad en el sistema inmunitario (por ejemplo, por gripe o resfriado)
  • Falta de ciertas vitaminas y minerales en la alimentación.
  • Puede haber también predisposición genética.

Síntomas.


  • Aparición de lesiones blanquecinas, grisáceas o amarillentas rodeadas por una aureola roja.
  • Inflamación.
  • Dolor intenso y punzante.
  • Ardor.
  • Dificultad para masticar.
  • Sensibilidad excesiva hacia alimentos calientes, ácidos y picantes.

Cuidados caseros.

Las úlceras bucales a menudo desaparecen en 10 a 14 días, incluso sin hacer nada. Las siguientes medidas pueden hacer que te sientas mejor:

  • Evitar los alimentos o bebidas calientes, las comidas saladas o condimentadas y los cítricos.
  • Hacer gárgaras con agua fría o con sal y una cucharadita de bicarbonato.
  • Chupar polos helados, lo cual es de gran ayuda si tienes ardor en la boca.
  • Tomar analgésicos como el paracetamol.
  • Llama al médico u odontólogo si la úlcera bucal persiste por más de 2 semanas.

Prevención.

Puedes reducir la probabilidad de desarrollar úlceras bucales comunes:
  • Evitando alimentos y bebidas muy calientes.
  • Disminuyendo el estrés y practicando técnicas de relajación.
  • Masticar los alimentos despacio para evitar morder labios, mejillas o lengua.
  • Utilizando un cepillo de dientes de cerdas suaves.
  • Visitando al odontólogo inmediatamente en caso de tener un diente afilado o roto o prótesis que no ajustan bien.

martes, 22 de octubre de 2013

Malos hábitos que pueden dañar nuestros dientes.



La sonrisa es nuestra mejor tarjeta de presentación. Si quieres tener una sonrisa brillante, el primer paso es cuidar tus dientes. Esto implica además de las visitas periódicas a tu dentista desterrar algunos hábitos en tu rutina diaria.

¿Cuáles son estos malos hábitos?
  • Fumar. La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes. Puede provocar además enfermedades en las encías. También da mal aliento y afecta las papilas gustativas.
  • Usar los dientes como herramienta. Algunas personas utilizan sus dientes para destapar las botellas de refresco con los dientes. Abrir los frascos de las medicinas y los envases de cartón o de papel. Utilizarlos como una herramienta acabará dañándolos o incluso rompiéndolos.
  • Morderse las uñas. Morderse las uñas no sólo afecta a la apariencia de sus manos, puede dañar también sus dientes y la articulación de la mandíbula. Este hábito aumenta las posibilidades de que padezcas  bruxismo, que es el hábito inconsciente de apretar los dientes mientras se duerme.
  • Comer golosinas dulces. Los caramelos y gominolas se pegan a los dientes, y el azúcar y los ácidos que produce permanecen en contacto con ellos por horas, causando daños en el esmalte de los dientes.
  • Masticar hielo. Hacerlo frecuentemente o grandes cantidades puede fracturar los dientes.
  • Mordisquear el lápiz. El hábito de sostener lápices y otros objetos con los dientes es peligroso. La presión que se ejerce cuando el diente muerde un objeto duro, puede causar que los dientes se desplacen o se rompan.
  • Cepillarse los dientes con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas duras, puede producir retracción de las encías y exceso de sensibilidad en ellas.
  • Cepillarte los dientes con movimientos horizontales. Desgasta el esmalte
  • de los dientes. Lo correcto es cepillarlos con movimientos circulares.
  • Rechinar los dientes o apretarlos en exceso (bruxismo). Desgasta la superficie de los dientes y hasta puede aflojarlos. También afecta a la articulación temporomandibular . 
  • Tomar café en exceso: Su color y su acidez pueden manchar los dientes o ponerlos amarillos.
  • Beber vino. Tanto el vino tinto como el vino blanco contienen ácidos que deterioran el esmalte de los dientes, haciéndolos más vulnerables a las manchas. Para reducir el efecto dañino del vino, debes enjuagar la boca con agua después de beberlo o cepillarte los dientes.
  • Beber refrescos. No sólo los caramelos y los dulces están llenos de azúcar. También los refrescos tienen una buena cantidad, sin contar los ácidos que contienen, y que afectan el esmalte de los dientes (estos ácidos también están en los refrescos que no contienen azúcar, pero sí edulcorantes  artificiales).
  • Usar palillos o mondadientes. Si no tenemos cuidado podemos dañar las encías al emplear un mondadientes. Las herramientas adecuadas para limpiar entre los dientes son el hilo dental y los cepillos interproximales.
  • Abusar de la goma de mascar. La goma de mascar en exceso puede irritar la articulación temporomandibular. Esto tiene como resultado dolores de cabeza, cuello, oído y dolor facial.
  • Chupar limón. La gente que tiene este hábito está poniendo sus dientes en peligro. Los limones son muy ácidos y esta acidez corroe el esmalte.
  • Chuparse el dedo o el labio. Los niños que todavía se chupan el dedo o el labio una vez sus dientes definitivos empiezan a salir (normalmente entre los 5 y 6 años) pueden sufrir cambios que afectan a los dientes y a la estructura de la mandíbula, mal-posición de los dientes, que conduce a problemas como la dificultad a la hora de masticar y problemas de respiración.
  • Respirar por la boca. Hace que la boca pierda saliva.
  • Tener la boca seca. La saliva es fundamental para tener dientes fuertes y sanos, pues se encarga de limpiar las bacterias que causan las caries y neutraliza los ácidos dañinos.
    Para favorecer la 
    producción de saliva e impedir que nuestra boca esté seca, hay que consumir más agua, hacerse enjuagues bucales o masticar goma de mascar sin azúcar.

miércoles, 16 de octubre de 2013

PRIMERA VISITA EN ORTODONCIA



  • En la primera visita es importante que el paciente, si es niño venga acompañado de los padres o algún familiar.  En esta primera visita le realizaremos un exámen clínico a partir del cual se valora su caso y se determina si existe o no necesidad de tratamiento ortodóncico,
  • Si decides seguir el tratamiento, se programa un estudio preliminar para poder ofrecerte un diagnóstico y un plan de tratamiento que consta de:

  • La historia médico-dental. Si el paciente ha sido hospitalizado o sometido a una intervención quirúrgica recientemente, o si ha estado enfermo. También se necesita información sobre cualquier medicamento que esté tomando,
  • Examen clínico. Se solicitaran  al menos dos Radiografías para realizar un estudio radiográfico de la boca en general: ortopantomografía para ver los dientes y  Teleradiografía de Perfil para tomar las medidas de los huesos donde van alojados los dientes y muelas.
  • Modelos de estudio (modelos de escayola  de la boca y dientes del paciente. Para poder tener en la mano y comprobar, forma y tamaño de los dientes, la mordida,  medir los espacios que son necesarios para recolocarlos o los espacios que sobran. Todo esto es muy difícil de ver directamente en la boca.
  • Finalmente una serie de fotografías faciales  e intraorales que nos ayudan a comprobar como estaba en la primera visita y como va evolucionando.
  • Con todos estos registros es posible hacer un diagnóstico, para una vez detectados los problemas detallar los posibles efectos secundarios, limitaciones, riesgos y los resultados, tanto del punto de vista estético como desde el punto de vista funcional y de la salud.  La  ortodoncista explicará con claridad
  • Los aparatos a utilizar. Ortodoncia invisible, brackes metálicos de última generación, , etc.
  • La duración estimada del tratamiento.
  • El coste y  la financiación.
  • Asimismo, el paciente debe tener conocimiento de que una vez finalizado el tratamiento deberá utilizar un aparato de retención que se coloca cuando se quitan las brackets.

  • Queda en manos del paciente la decisión final de someterse a tratamiento o no, y su grado de cooperación . Ya que debe seguir al pie de la letra las instrucciones de la ortodoncista y mantener siempre una rigurosa higiene oral y evitar alimentos como caramelos o pipas y acudir a las revisiones periódicas que se programan. 



miércoles, 9 de octubre de 2013

HISTORIA DE LA ODONTOLOGÍA ESTÉTICA.


La odontología estética continúa creciendo en popularidad a medida que más personas desean lograr una sonrisa perfecta. Sin embargo, este tipo de odontología no es una práctica nueva. De hecho la odontología estética se remonta a siglos.

¿Dónde comenzó la odontología estética?

Alrededor del 700 aC los etruscos crearon las primeras dentaduras de marfil y hueso para conseguir la funcionalidad y la belleza de los ciudadanos  que habían sufrido la pérdida de dientes. Más tarde, en el año 200 aC hicieron restauraciones dentales, como coronas y puentes dentales. Estas piezas se fabricaban en oro para mostrar la riqueza y prosperidad.

Por otra parte, los egipcios también fueron los primeros en utilizar la crema dental e incrustaban piedras preciosas en los dientes.

En la antigua Roma eran comunes los enjuagues, bucales, los dentífricos y los palillos para los dientes.

Hacia el 1130 dC, los dentistas trabajaban también como barberos. Para blanquear los dientes utilizaban el ácido, sin embargo pronto descubrieron que más que blanquear el ácido destruía el esmalte dental.

Cuando las prácticas más modernas entraron en juego, los dentistas encontraron mejores métodos para reemplazar los dientes de forma permanente, como el uso de la porcelana para prótesis dentales. Este descubrimiento no se hizo hasta finales de 1700. En el inicio de la década de 1800, los dientes de porcelana se hicieron más populares  y más fáciles de fabricar. Más pacientes con dientes perdidos tuvieron la oportunidad de recuperar su sonrisa con dientes de aspecto más natural.

La odontología estética en la actualidad.

Fue en el siglo XX cuando se dieron los adelantos más notables en el campo de la odontología estética. Y ante todos éstos hay dos que sobresalen por su importancia: el descubrimiento del “grabado ácido”, que permitía la adhesión de los materiales de restauración a los dientes. Y, en segundo lugar, la técnica de implantes dentales, que permitía la restauración de los dientes perdidos sin necesidad del tallado de los dientes adyacentes

Hoy en día, las prácticas dentales ofrecen blanqueamiento dental, carillas dentales, y alargamiento de corona procedimientos para crear sonrisas más uniformes.
  • ORTODONCIA. Se encarga de la corrección de los dientes y huesos posicionados incorrectamente. La Ortodoncia Invisible elimina los clásicos aparatos de metal y los sustituye por férulas compactas y transparentes que resultan prácticamente invisibles para los demás.
  • BLANQUEAMIENTO DENTAL. Se basa en la utilización de unos geles blanqueadores que producen la oxidación de las manchas de los dientes y las eliminan.
  • CARILLAS DENTALES. Son revestimientos de porcelana o composite que cubren la superficie del diente. Pueden colocarse en dientes manchados o amarillos, incluso rotos o deformados el resultado es una dentadura del paciente perfecta y blanca.
  • IMPLANTES para rehabilitar  la pérdida de elementos dentales.

martes, 1 de octubre de 2013

LA LENGUA, REFLEJO DE NUESTRA SALUD.


La lengua es un órgano musculoso asociado con la función de deglución y el gusto. Es un órgano que nos puede mostrar cualquier alteración en nuestra salud. Se dice que la lengua es el espejo del sistema gastrointestinal y cualquier funcionamiento anormal del estómago y los intestinos se reflejan en ella.
Durante siglos los médicos orientales determinaban la salud de una persona con tan sólo examinar este órgano.

¿Cómo observar la lengua?

Para observar la lengua hay que disponer de una luz que no modifique su color. Lo más adecuado siempre es la luz natural y una posición que permita que ésta ilumine la boca. A la hora de diagnosticar es necesario tener en cuenta que existen un gran número de alimentos que pueden modificar su color. Por ejemplo, la aceituna de color negro la tiñe, así como la vitamina B2, el tabaco y el vinagre.

Aspecto de la lengua en situaciones anormales: 

Los movimientos de la lengua:
En una parálisis parcial del cuerpo (hemiplejía) lengua se mueve hacia el lado paralizado.
Los movimientos temblorosos de la lengua se observan en enfermedades como, delirium tremens y párkinson. También se observa en pacientes nerviosos.

Grado de humedad de la lengua: 
La saliva es una herramienta natural de nuestro cuerpo contra las bacterias. Sin embargo, a medida que envejecemos, nuestras glándulas salivales tienden a ser menos eficientes, dejando la boca susceptible a las bacterias que la dañan.

Cambio en el color de la lengua:
  • Cianosis es la coloración azulada de la membrana mucosa debido a la disminución en la cantidad de oxigeno en la sangre. Esto se observa en la insuficiencia cardiaca, y en la insuficiencia respiratoria.
  • Ictericia: Es la coloración amarillenta de todas las superficies mucosas del cuerpo (incluyendo la lengua) debido al aumento de bilirrubina en la sangre. Se ve en la hepatitis, obstrucción del conducto biliar, aumento de la destrucción de los glóbulos rojos  etc....
  • Anemia: Es la disminución de los valores de hemoglobina en la sangre. En la  anemia grave la lengua se pone pálida.
  • Un cambio de color marrón o negro de la lengua es causada por el exceso de consumo de tabaco. 
  • Las manchas blancas pueden indicar una infección por hongos.