lunes, 11 de febrero de 2013

SONRIE, TU SALUD LO AGRADECE.

      
La sonrisa es una respuesta natural que transmite nuestra felicidad a los demás. Sonreír es, probablemente, el signo más evidente de bienestar con uno mismo, con los demás, y con la vida en general.

La sonrisa aparece a partir de la sexta semana de vida después del nacimiento,  a partir de la segunda semana, el bebé ofrece alguna sonrisa espontánea al escuchar una voz conocida, pero es hasta la sexta semana de vida cuando se le considera un acto social, y a los seis meses una respuesta positiva de socialización.

Por otra parte, la sonrisa es contagiosa: no solo ayuda a sentirse bien, sino que ayuda a los demás a mejorar su día y este es un efecto multiplicador que se puede devolver en cualquier momento.

Habitualmente la persona que no sonríe es porque por algún motivo no se siente a gusto consigo misma.

Efectos de la sonrisa y la risa

Desde hace años se habla del poder curativo de la risa. Especialmente, desde que se comprobó en experimentos realizados en hospitales que la risa ayuda a recuperar antes la salud de los enfermos. Cada vez se confirma más que la risa mejora el estado físico del cuerpo humano.
Esto es debido a que la sonrisa estimula la producción de las llamada beta-endorfina que actúan como neurotransmisores cerebrales, y que son consideradas como la morfina natural del organismo, puesto que tienen un efecto analgésico en las respuestas del sistema nervioso al dolor, así como se sabe que ayudan a regular el sistema inmunológico.


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